sábado, 21 de febrero de 2009

San Valentín

El amor viene a ser como los bienes públicos puros. Por un lado, no puede tener un precio, pues, cuando se paga por él, pasa a convertirse en otra cosa. Pero, por otro lado, sí tiene un coste: el de los regalos y otras muestras de amor, como cenas y viajes, que se deben realizar a la pareja. Entre esos costes, sin duda el regalo de San Valentín es el más universal.

¿Quién fue San Valentín? Realmente, no se sabe a ciencia cierta quién fue (véase Wikipedia), aunque la hipótesis más conocida, quizá solo por haberse repetido más ésta que puede ser leyenda, es la que identifica a San Valentín con un sacerdote romano que, antes de ser ejecutado, envió una carta de despedida, supuestamente amorosa, a la hija de su carcelero.

El envío de cartas sería el origen de la celebración, tal cual la conocemos hoy, del Día de San Valentín. Día en que, además de la carta o de la mera frase de amor, regalamos a la persona de quien estamos enamorados. Curiosamente, o no, la importancia de lo espiritual, el mensaje de amor, ha dejado paso a lo material, el regalo, de forma que parece que la pareja nos quiere menos si el mensaje no viene acompañado de algo más material. ¡Viva el romanticismo!

Y, en el terreno puramente material, la Economía tiene mucho que decir. Según TimesOnline, Cinco Días y El Mundo, la crisis económica que vivimos ha afectado a San Valentín, que se ha visto reconocido con menos regalos o más baratos. En cambio, según Levante-EMV, el amor sigue sin entender de Economía.
  1. Explica el distinto comportamiento del que hablan las últimas noticias.
  2. Representa gráficamente el argumento anterior.
  3. Explica y representa el efecto en el mercado de regalos.
Contrasta tus respuestas mediante comentarios a esta entrada e incluye la solución correcta en EnEcoNews-Wiki.

domingo, 15 de febrero de 2009

¿Más o menos estado?

La cuestión de si el estado debe participar más, o menos, en la actividad económica es, seguramente, uno de los debates económicos más antiguos. Griegos y romanos, con Platón, Aristóteles y Cicerón a la cabeza, ya pensaron sobre la res publica, y, en particular, sobre el papel del estado. Sin irnos tan lejos, mercantilistas y fisiócratas mantuvieron posturas enfrentadas al respecto. Posiciones que, con nuevos matices y argumentos, se han venido reproduciendo durante los últimos siglos hasta configurar lo que hoy conocemos como liberales y progresistas, de derechas y de izquierdas, o clásicos y keynesianos (todos los adjetivos en un sentido muy amplio).

En la anterior entrada, ¡Dios mío!, trataba de la propuesta del Sr. Sebastián acerca de consumir más productos nacionales, lo que, en el fondo, y aunque sea en un fondo muy profundo y teórico, nos acerca al proteccionismo y, en última instancia, a la intervención estatal. Al respecto se puede obtener mucha información en la Web, como la ya indicada en la propia entrada o la opinión expresada por Rafael Pampillón hace tiempo, en la que se separa el libre mercado y la actuación pública.

Precisamente sobre esto, la forma en que el estado debe actuar en esta crisis que vivimos, hay un intenso debate entre los políticos y, cómo no, los economistas. Krugman, Mankiw, Stiglitz, Buchanan y otros muchos economistas celebérrimos van aportando sus opiniones, que conocemos mediante blogs, noticias periodísticas y otros medios que emplean la Web. Sin entrar en más detalles, que puedes obtener con facilidad, si no los conoces ya, te dejo aquí un video (corto) que resume perfectamente las posiciones de unos y otros. Realmente es sensacional.